-Vete o quédate, no hablaré..
-Habla, sabes lo que quiero
-Todo está bien
Hay niebla en mis ojos, lo mismo, tengo un nudo en la garganta
-¿Qué? ¿Qué pasa?
Las mejillas comenzaron a temblar
-¿Sabes que te amo?
-Si, ahora me amas.. No tengo derecho a decidir por tí
-Te dejé escoger ¿Sabías lo que tú escogías?
-Te escogí a tí, haría hoy de nuevo la misma elección
-¿Hay algo que lamentar?
-No
-¿Por qué?
-¿Qué habría sido yo si nada me hubiera ocurrido?
-¿Me creerías?
-Cuando te miro te creo
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